Aquella mañana del domingo 8 abril (sí, exactamente hace una semana) llevábamos a los agentes de Fauna de la Xunta a enseñarles el segundo lubicán. Ya muy deteriorado y descompuesto, éste era el animal que había visto nuestro informante. Tardaramos 2 días en encontrarlo, los cartuchos encontrados en el lugar de la muerte con los que suponemos que remataron al animal moribundo y un cambio en la dirección del viento, provocaron que miraramos monte arriba, allí el olor a muerto en descomposición era más fuerte. Entre los «toxos» apareció el animal. Los agentes de fauna se acercaron al cuerpo. Lo examinaron con detenimiento entre moscas, gusanos y un olor nauseabundo creciente al mover los restos. El estado de descomposición era ya muy avanzado y no fuimos capaz de encontrar por donde le habían entrado los tiros al pobre animal. Pero hubo un detalle que nos llamó la atención, concretamente en la parte superior de la oreja derecha, un corte limpio, como si fuera hecho con una tijera, una marca. ¿Sería una marca?¿ O simplemente sería fruto de un pequeño mordisco en alguna pelea?
Vista general del cuerpo del lubicán, y detalle del corte en las oreja.
Tras el examen de este cuerpo nos dirigimos de nuevo a la zona donde encontramos el primer cadáver de «lobo», fuentes especializadas sugieren que puede ser un cruce por sus patas blancas, aunque en ese momento nosotros no lo suponíamos, y en cualquier caso, los lobos igual que nosotros pueden salir individuos con marcas fuera de lo común… Hay lobatos muy «rubios» con padres más oscuros.. etc… Aquí los análisis genéticos son los que pueden confirmar si es lobo o un cruce.
A éste también le miraríamos las orejas para ver si tenía algún mordisco. De nuevo allí, nos fijamos en las orejas. Otro corte de nuevo, o sea que parecía que efectivamente podrían ser comunes estas marcas de peleas en los lobos…
Vista general de la cabeza de la «loba» y detalle de la oreja marcada.
Esta suposición nos llevó a un craso error. Quizás (pendiente de análisis genético) ambos individuos sean lubicanes, y eso los colocaría en este puzzle de forma diferente. Declaraciones a La Voz de Galicia por parte de fuentes de los agentes de Medioambiente creen en la posibilidad que los lubicanes estén marcados, lo que implica cierto manejo por parte del hombre. Así que revisé estas fotos que os enseño y efectivamente los cortes coinciden. ¿Dos lubicanes con sendos cortes del mismo tipo en la misma oreja? ¿Casualidad?
Así que se me ocurrió revisar también la foto publicada en el mismo medio de un lubicán cazado en una batida del verano por ganaderos y comuneros (por detrás del cánido se ve también, alambre de espino; que por cierto está colocado por toda la sierra y sin embargo se encuentra prohibido utilizarlo por debajo de los 2 m). Cual sería mi sorpresa que otra vez, en la punta de la oreja derecha, parecía que había algo… En este caso la resolución de la foto no es tan buena como en las anteriores pero comparándola con la izquierda parece que podría tener una marca de este tipo.
Detalle de la foto publicada en La Voz de Galicia, de nuevo en la oreja derecha aparece un corte.
Lo consulté con diferentes personas y a nadie le pareció normal. Me dispuse a revisar fotos de lobos salvajes de otras zonas sacadas con fototrampeo. Revisé unas 40 orejas de lobos pero ninguna presentaba este tipo de cortes que les aparecen a estos tres ejemplares barbanzones.
Podéis ver una web muy buena de este tema: Fototrampeo Galicia, fruto del trabajo que están realizando Raúl de la Mata y Gonzalo Mucientes en la Sierra do Suído, entre las provincias de Ourense y Pontevedra. Os enseño unas fotos muy buenas que valen como ejemplo de orejas en las que no aparecen ningún tipo de marca como los otros.
Vista general de un lobo en el Suído y detalle de la cabeza y las orejas.
¿Alguien puede entender qué significa ésto? ¿Son manejados por el hombre estos lubicanes y luego liberados? ¿Con qué intenciones? A mí se me ocurre una pero es ciertamente maquiavélica.
Un breve resumen de toda la información que ha salido estos días: tenemos lazos, venenos, batidas, aguardos, lobos puros con collares GPS, lubicanes con marcas en las orejas… ¿alguien da más? ¿esto no parece programado?
La abuela de Toño dijo: «jaliñas serán… pero chéirame a can«.
-Sí, señora, sí, todo isto a min tamén me cheira a can…