Asesinos de lobos en el Barbanza (2): los lubicanes

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Este post es el segundo de una triste serie comenzada el lunes de esta semana: Asesinos de Lobos.

Los cuentos de niños que en El Barbanza se convierten en realidad, en aquellos tiempos los inviernos más duros y más fríos cuentan que los lobos bajaban del monte hasta adentrarse en las aldeas olisqueando las puertas de las casas, cuentan incluso que bajaban hasta Palmeira. Esos cuentos de toda la vida hablan de que los lubicanes eran viejos conocidos.

Siempre hubo perros amontados (o también sin ser amontados) que se cruzaban con los lobos. O al menos así nos lo contaban nuestros mayores. Me acuerdo que decían que estos lubicanes eran más peligrosos que los propios lobos y que no podían aullar. Más peligrosos que los propios lobos! Con los ojos abiertos como platos los niños nos preguntábamos como podía ser eso! Eso era imposible! Era imposible que hubiera algo más peligroso que un lobo! Un oso quizás! O un león! O mejor un león cruzado con un tigre! Aquel viejo entrecerrando los ojos como aquel que sabía algo que el resto no sabe o con lo que uno no había caído en la cuenta, nos susurraba que era más peligroso porque no le tenía miedo al hombre. El lobo sí nos teme, nada más que oliera la presencia de un hombre escaparía de inmediato. Pero el lubicán no, el lubicán no le tiene miedo al hombre ya que por sus venas corre sangre de perro, y el perro no le tiene miedo al hombre.  Otro rasgo distintivo del lubicán legendario era que no podía aullar como los lobos en las noches de luna llena. No, los lubicanes sólo podían emitir un ladrido ronco, profundo y gutural como ofrenda a la noche. Así que ahí teníamos las dos claves para su identificación sin ninguna equivocación: un perro grande que se parecía mucho a un lobo que además se acercaría muchísimo a las casas y que en vez de aullar sólo emitiría roncos ladridos que recordarían al Can Cerberos de ultratumba.

En el fin de semana pasado, uno de los cánidos encontrados podría entrar a simple vista en la categoría lubicán según las informaciones publicadas. Igual que muchos comentarios de la gente que vio a lobos y a lubicanes juntos, los lubicanes eran distintos de los lobos, eran en algunos casos más «roibos» (rubios), un pelaje pajizo-naranja-amarillento difícil de definir… y del tamaño sin lugar a dudas igual que los lobos o más. En este caso las fotos mostradas en el post anterior confirmaban esa morfología, colores claros-pajizos, un tamaño considerable unos aprox. 70 cm desde la cabeza hasta el lomo, y una dentadura que también recuerda a la del lobo.

Detalle de la dentadura del supuesto lubicán.

Unos momentos después, gracias al ojo experto de los agentes de fauna, a unos 100 m al sur de donde se encontraba este cadáver, en un terreno más duro y seco, otras señales llamaron su atención. El tronco de un pino joven con marcas muy claras de rozamiento por un alambre. Varios troncos de toxos mordidos hasta cortarlos. Un olor a podredumbre ya muy ligero debido al largo tiempo a la intemperie, nos indicaban de nuevo que allí había sucedido otra muerte.

Marcas del rozamiento del lazo en un pino joven.

Detalle de un tronco mordido por el cánido trampeado.

Como anteriormente, el autor de la muerte de este animal habría separado el cuerpo del camino para evitar que se viera fácilmente. Y así fue, unos metros hacia el sur encontramos los restos del animal muerto.

Vista general de los restos de un cánido muerto por un lazo.

Mucho más antiguos que los restos de la loba (aprox. 1 semana) y del lubicán «rubio» (aprox. 1 mes)  éstos por lo menos tendrían dos meses. Ya sólo un pellejo con pelo y unos huesos, y en donde no encontramos el cráneo, sino solamente una mandíbula. Aquí la observación de algún caracter relevante para su identificación fue ya imposible. Solamente resaltar que en el pellejo apareció un excremento, que no parecía de un animal que se hubiera alimentado de los restos ya que no tenía pelo del cánido en el interior del excremento. Por tanto, es probable que el excremento fuera del propio individuo. Lo que sí había eran restos de huesos relativamente grandes, con lo que lo aleja de que fuera un perro doméstico sino más bien un lobo o un lubicán.

Detalle de las piezas de hueso encontradas en el excremento del cánido sin identificar. La más grande en la mano, el resto en las ramas cerca de la punta de la bota.

Ahora mismo, tras el levantamiento de los cadáveres, las autoridades ya han enviado muestras a analizar molecularmente para determinar la especie de cada uno de ellos. Esperaremos noticias de esta historia de los lubicanes del Barbanza y que esperamos valga para reflexionar sobre qué patrimonio natural queremos tener. Aquí os mantendremos informados de toda información relevante que vaya apareciendo estos días. Muchas gracias por vuestro apoyo.

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Desde pequeño siempre fui aficionado a la naturaleza, pasando mis tardes metiendome por donde pudiera en medio del monte y la playa. Así que mi afición traté de hacerla en serio y acabé la carrera de Biología en el año 2003. En la actualidad, estoy realizando la tesis doctoral en el lab. de Biotecnología Vegetal de la Universidad de Vigo. Desde hace tres años presido AXENA, mi trabajo en la asociación está centrado en la coordinación de las diferentes disciplinas que conforman nuestros proyectos, su gestión y claro está, en el área de naturaleza.

12 Comentarios

  1. A los ganaderos, que en estos momentos tienen a decenas de terneros y potros recién nacidos en los montes del Barbanza sin ningún tipo de vigilancia, y que cualquiera que vaya estos días a pasear por esos montes podrá comprobar, decirles dos cosas:

    1º Es una irresponsabilidad por su parte dejar a los potros recién nacidos por el monte y después quejarse de que te los ha comido el lobo.

    2º ¿Cómo es posible que los ganaderos se quejen de que el mercado de potros y caballos está por los suelos y que quien vende un animal por 40 euros ya es un éxito, y en cambio, cuando un lobo les mata un caballo se quejan como si hubiesen perdido millones?, ¿nos quieren hacer pasar por tontos?:

    http://www.diariopegassus.com/2011/05/los-caballos-del-curro-de-valga-cuestan.html

    http://www.lavozdegalicia.es/noticia/deza/2012/01/19/productores-equinos-dicen-coste-identificacion-supera-animales/0003_201201D19C8997.htm

    Sólo espero que cojan a estos ganaderos asesinos de lobos y les hagan pagar su crimen. Aunque creo que al final quedarán impunes porque en este país los maltratadores de animales y los terroristas ambientales siempre se salen de rositas.

    Y otro tema relacionado con este, señores de la Xunta de Galicia, señores cazadores, el exterminio de lobos que están llevando a cabo en el Barbanza debería hacerles caer la cara de vergüenza. Vaya Dirección Xeral de Conservación da Natureza, más bien debería llamarse Dirección Xeral de Caza.

  2. Los lazos no son el único problema, creo que anda el veneno por ahí también.
    Aparte, cuando localizan el encame de alguno lo baten a tiros.
    Lo de los ganaderos es un odio total al lobo.

  3. Lo vuelvo a repetir, en estos momentos hay dos grupos de asesinos de lobos sueltos en el Barbanza. Por un lado, los cazadores, con la autorización de la Dirección Xeral de Conservación da Natureza, en este caso la excusa es eliminar a unos ejemplares híbridos y, como todos sabemos, los cazadores suelen pedir el DNI a los animales antes de disparar para saber si son puros o no. Técnicos de la Xunta han reconocido que hay métodos para capturar a los ejemplares híbridos sin tener que matar a ningún animal y después esterilizarlos y resuelto el problema de la hibridación. Pero el señor Director Xeral de Conservación da Natureza ha estimado más conveniente que los cazadores y el plomo se encarguen del asunto. Ya sabes el refrán, muerto el perro (lobo en este caso), se acabó la rabia.

    El segundo grupo de asesinos de lobos que existe en el Barbanza son los que han puesto lazos, que evidentemente son ganaderos. Estos son ilegales.

    Dudo que quede vivo un sólo ejemplar de lobo en el Barbanza, y si queda alguno, supongo que intenterá huir a donde pueda. Pero ya te digo que dudo de que pueda huir alguno porque tengo noticias de que los cazadores se están empleando a fondo. Y los ganaderos y sus lazos está claro que también.

  4. Non quero deixar pasar a ocasión sen lembrar a un amigo que hai uns meses me dicía que era bo que as manadas de lobos de Galicia estiveran localizadas cun radiotransmisor para poder facer estudos científicos sobre as poboacións.

    Estou seguro que se nestes intres algún lobo do Barbanza ten un collar localizador, será de gran utilizade para a Xunta de Galicia e para os cazadores, pero non para facer estudos científicos precisamente.

  5. Caza «legal»: batidas e agardos, lazos e veneno. Dende logo, parece que se quere exterminar o lobo barbanzón xa moi esquilmado por outros motivos. Estamos traballando para facer máis difusión deste problema que nos atañe a todos, o lobo, é un símbolo do noso patrimonio natural que debe prevalecer fronte a calqueira interés socioeconómico.
    Estade atentos nos próximos días irá saíndo máis información relevante.

  6. Por supuesto, como paso previo a la autorización del exterminio de lobos en el Barbanza por parte de la Xunta, un conocido medio de comunicación hizo una contundente campaña contra los lobos del Barbanza:

    – Domingo, 27 de noviembre de 2011. Localizado en Barbanza un lobo híbrido que amenaza la especie : http://www.lavozdegalicia.es/sociedad/2011/11/27/0003_201111G27P30991.htm

    – Martes, 29 de noviembre de 2011. Comuneros del Barbanza alertan del acercamiento de lobos a las viviendas: http://www.lavozdegalicia.es/sociedad/2011/11/29/0003_201111G29P26991.htm

    – Viernes, 2 de deciembre de 2012. Lobos que cazan en la huerta de casa: http://www.lavozdegalicia.es/sociedad/2011/12/02/0003_201112G2P31993.htm

    – Miércoles, 7 de diciembre de 2012. Los ganaderos cifran en 200 las reses muertas este año: http://www.lavozdegalicia.es/barbanza/2011/12/07/0003_201112B7C19911.htm

    – Jueves, 8 de diciembre de 2012. Afectados por los ataques de lobo exigen más batidas para reducir las manadas: http://www.lavozdegalicia.es/barbanza/2011/12/08/0003_201112B8C3992.htm

    – Martes, 13 de diciembre de 2012. Los lobos atacan en una finca de Moimenta una manada de ovejas: http://www.lavozdegalicia.es/barbanza/2011/12/13/0003_201112B13C19913.htm

    – Miércoles, 14 de diciembre de 2012. Los lobos reaparecen en Moimenta y devoran las ovejas muertas el lunes: http://www.lavozdegalicia.es/barbanza/2011/12/14/0003_201112B14C5991.htm

    Y claro, al final pasó lo que tenía que pasar:

    http://www.lavozdegalicia.es/noticia/barbanza/2012/03/04/lobo-hibrido-barbanza-dias-contados/0003_201203B4C5991.htm

  7. Como pueden ver, el que firma casi todos los artículos en contra del lobo del Barbanza es el mismo periodista, creo que sólo le faltó decir que por las noches el lobo iba a las casas a secuestrar a los niños en las cunas. Estará orgulloso.

    Pobre lobo del Barbanza, Resquiescat In Pace.

  8. Incluso llegaron a matar a tiros un lobo con un collar radioemisor que tenía marcado la Xunta.

  9. Lo más triste e imperdonable de historias como ésta, es que sean los animales de nuestra propia especie, los peores antagónicos, capaces de efectuar acciones tan atroces y cuyas consecuencias no sólo provocan el aniquilamiento de aquellos recursos para echar a volar la imaginación en cuentos de niños, como bien lo mencionas; sino que también, a consecuencia de estos crímenes, peligre la extinción de especies tan bellas y sorprendentes.
    ¡Enhorabuena, felicitaciones por el gran trabajo de investigación y denuncia de Axena! Y… ojalá, las autoridades pertinentes se ocupen y sigan la misma sintonía del camino por la lucha en rescatar y preservar lo que aún nos queda.

  10. […] Pero aquello era sólo el comienzo, aparecieron dos cánidos más muertos, uno un lubicán como el que había salido publicado en La Voz de Galicia en aquella sonada noticia. El otro cánido era ya imposible de identificar si era un lobo o un lubicán debido a que ya sólo eran restos de piel y de huesos. Y 33 lazos de acero trenzado repartidos por toda la zona, más de 100 metros de trampas crueles en una pequeña zona de monte (ver posts de esta serie: I y II). […]

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