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El mundo de las plantas en el Parc del Llevant

La Universitat de les Illes Balears, en concreto el Grupo de Investigación «Biologia de les Plantes en Condicions Mediterrànies» organiza un máster en ecofisiología vegetal (“Biologia de les Plantes en Condicions Mediterrànies) en el cual se realizan las prácticas en un paraje incomparable: el Parc Natural de la Peninsula de Llevant, en Mallorca. Cada vez que a uno le mencionan Mallorca, lo primero que se le viene a la cabeza es un montón de guiris en la playa sonrosados por el sol, moles urbanísticas desarrolladas desde los sesenta a lo largo y ancho de buena parte del litoral «aprovechable». Nada más lejos de la realidad en este caso. Aún quedan lugares en los que se puede apreciar como era antes el litoral mallorquín. A la par que es un lugar excepcional para realizar prácticas de ecofisiología vegetal.

De camino hacia el refugio, tras una hora y algo de caminata acompañado de Javier Gulías y Miguel Costa. Al fondo el Mediterráneo, y el paisaje de la cobertura típica del parc del Llevant, matorral bajo y disperso con distintas especies herbáceas por el medio.

Me explico:

Las condiciones climáticas mediterráneas nada tienen que ver con lo que un gallego está acostumbrado. La escasez de precipitaciones y las altas temperaturas durante buena parte del año han provocado que la flora se adapte a tan duro ambiente. A través de los estomas de las hojas, las plantas realizan el intercambio de gases con la atmósfera (O2-CO2) pero en condiciones de sequía con una humedad relativa baja también se exponen a deshidratarse. Para reducir este problema en la medida de lo posible, las especies arbustivas mediterráneas suelen poseer hojas pequeñas y esclerófilas (hojas duras), que les permiten realizar la fotosíntesis minimizando las pérdidas de agua. Además se suelen «equipar» con sistemas radiculares muy densos con una gran superficie de absorción que permite suplir de agua al tallo y la fronde.

Urginea maritima, la última planta en florecer con gran descaro a mediados del mismísimo septiembre, cuando todo el resto de plantas están resecas y marchitas debido a la dureza del verano.

 

La vegetación del Parc del Llevant (Artá, Mallorca) es sin lugar a dudas completamente mediterránea. Y además de tener la capacidad de soportar sequías muy considerables, la vegetación del parque ha sido transformada de forma importante por el manejo humano. El pastoreo fue una actividad muy importante en la zona hasta hace tan sólo unos pocos años. De forma anual, se quemaban ciertas zonas del monte para provocar el rebrote de las plantas y conseguir brotes tiernos que sirvieran de alimento para el ganado, típicamente cabras y ovejas. Lo que conllevó a que buena parte de la vegetación autóctona desapareciera o redujera su cobertura en pos de las especies eminentemente pirófilas. Esa reducción en algunos casos significa localizaciones específicas muy pequeñas… «reductos» inaccesibles por los hervíboros y el hombre como son los grandes acantilados que se ciernen sobre el mar. Las especies pirófilas son aquellas que sacan provecho de una u otra forma del fuego, como una elevada germinación tras un incendio, o un rebrote exuberante y vigoroso que le permite conquistar terreno a especies con menor capacidad de recuperación…

He aquí un ejemplo de especie pirófila: el palmito (Chamaerops humilis), especie que es capaz de resistir los incendios y rebrotar rápidamente.

Además, en las laderas que permiten ver la cercana isla de Menorca, existe una considerable exposición a los vientos marinos, cargados de sales, que provocan un aumento en la presión hídrica volviendo los suelos más salinos y de los cuales resulta más díficil poder extraer el esencial agua. Además los vientos cargados de sales en suspensión (aerosoles en toda regla) empujan sobre la tierra más y más sal. Este fenómeno se acrecenta conforme uno se acerca a la zona litoral. Sin embargo, y teniendo en cuenta que las plantas que no se pueden desplazar, aún ante condiciones climáticas tan difíciles, hay plantas, y sobreviven, crecen y se multiplican.

Estas increíbles capacidades no pueden ser irrelevantes para nuestra sociedad. El cambio climático, el agotamiento de los recursos hídricos, la contaminación y la creciente población mundial demandan cada vez más y más agua potable y agua utilizable por la agricultura. Así que quizás en este tipo de plantas se encuentren las claves que nos permitan ser más eficaces en el uso del agua en este futuro incierto.

El cómo consiguen las plantas mediterráneas resistir a sequías tan extremas (cosa que realmente parece casi imposible) es lo que se estudia científicamente en este máster, y yo aprovecharé la ocasión para contároslo aquí en una nueva serie de posts que comienza hoy sobre el mundo de las plantas.

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