El declive de los grandes depredadores

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Ya hemos hablado de este asunto y otros parecidos en el blog. Sin ir más lejos, la semana pasada Toño comentaba cómo era el Atlántico antes (I y II) de que la mano del hombre se volviera más y más poderosa y ambiciosa. Desde hace un par de años con el grupo espeleolóxico Maúxo en el Courel, hemos tenido la oportunidad de poder observar fósiles de oso de las cavernas, oso pardo… y también en esas cuevas se encontraron restos de otro gran depredador ya extinto como el tigre dientes de sable…

Está claro que las especies no son permanentes e inmóviles en el tiempo, por diversos motivos aparecen y desaparecen de la faz de este planeta, y de esto también hablamos en otros posts, en la actualidad nos encontramos ante las puertas de la sexta extinción masiva, con el grupo de los anfibios a la cabeza de un futuro tan oscuro  (I, II y III).

He leído esta noticia en Noroeste Ibérico y quiero compartirla con vosotros:

Trophic Downgrading of Planet Earth

«Es el nombre del reciente artículo publicado en Science por una larga lista de prestigiosos investigadores. La publicación destaca la importancia de los grandes carnívoros no sólo para la regulación de los ecosistemas, sino incluso para la salud humana.

Las relaciones existentes entre los diferentes elementos de la frágil cadena trófica y los efectos del ser humano en la misma son muy complicados de entender. De modo general, las poblaciones de grandes carnívoros (desde lobos a aves rapaces, pasando por nutrias, tiburones, etc.) se están reduciendo a lo largo del planeta, con descensos muy acusados en algunas especies que antaño incluso eran bastante comunes. La desaparición de los peldaños superiores de la cadena trófica tiene serias consecuencias sobre su funcionamiento. La rotura de ese equilibro perjudica a las poblaciones de otras especies e incluso afecta directamente al ser humano, ya sea por un aumento de la prevalencia de patógenos o a algunos de sus intereses económicos. Además, el artículo demuestra otros efectos para muchos insospechados tales como un aumento de los incendios forestales, de la contaminación, de enfermedades infecciosas, afecciones a la calidad del agua y al ciclo de nutrientes.


Pareja de leopardo oriental o leopardo de Amur, declarado por la IUCN como críticamente amenazado, en la actualidad se considera que sólo quedan de 30-35 individuos en libertad.

La pérdida y fragmentación de hábitats y la caza provocada por el hombre son los principales causantes del descenso de los grandes carnívoros, tanto en los medios terrestres como marinos y tanto a altas como a bajas latitudes. El impacto total que genera el descenso de los grandes predadores no es entendido hasta el momento de su desaparición completa. La rarefacción y desaparición de estas especies clave es una de las razones de la llamada sexta extinción que está actualmente en curso y parece ser más grave de lo que se esperaba.
Esperemos que los gestores de nuestros ecosistemas tengan estas investigaciones en cuenta a la hora de gestionar el medio y las especies que lo habitan».

Un claro ejemplo de superdepredador venido a menos, que nos toca más de cerca, es el oso pardo. Recluido a unas exiguas poblaciones en el norte, dividido en tres grupos en España, la cordillera cantábrica occidental (160 individuos), cordillera cantábrica oriental (25-30) y en Pirineos (25-30).

 

Hasta cuándo seguiremos permitiendo que en todo el mundo se extingan especies enteras por nuestra culpa? Qué clase de moral tenemos? Y lo que es mejor, según este estudio, esta piedra nos vendrá de vuelta… si no es que nos está viniendo ya…

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Desde pequeño siempre fui aficionado a la naturaleza, pasando mis tardes metiendome por donde pudiera en medio del monte y la playa. Así que mi afición traté de hacerla en serio y acabé la carrera de Biología en el año 2003. En la actualidad, estoy realizando la tesis doctoral en el lab. de Biotecnología Vegetal de la Universidad de Vigo. Desde hace tres años presido AXENA, mi trabajo en la asociación está centrado en la coordinación de las diferentes disciplinas que conforman nuestros proyectos, su gestión y claro está, en el área de naturaleza.

1 Comentario

  1. Sobre este asunto, y centrándonos en el medio marino, habría que añadir el tema del tamaño, que sí importa, y mucho. Se ha constatado una disminución en las tallas de muchas especies, muchos peces son cada vez más pequeños. Y sabemos que precisamente son los animales grandes los que tienen mayor capacidad reproductora, en cantidad y calidad. Si se les elimina, se elimina también la capacidad de regeneración del stock de esa especie. Alguien debería revisar esa política de «pezqueñines no, gracias», de inspiración yo creo que «Waltdisneyana» y buscar alguna fórmula más ajustada para cada especie. No se trata, por supuesto, de desecharla, sino de adaptarla racionalmente.
    El ejemplo de los grandes tiburones en este sentido es incuestionable. El ciclo reproductivo de estos animales es en general muy lento, tardan mucho en alcanzar la madurez sexual y además, a diferencia de los peces óseos, su objetivo es producir pocos individuos (eso que se ha venido en llamar «estrategia K»). Nuestro cailón o marrajo sardinero (Lamna nasus), por ejemplo, cuya longitud total máxima ronda los 3 m: las hembras son sexualmente maduras entre los 2 m y 2,5 m; los machos, un poco antes, entre metro y medio y los 2 m. Conclusión, vosotros mismos.
    Habrá que mentalizarse de que quizá lo mejor es meter a Nemo en una sartén con aceite hirviendo y animar a su padre, Marlin, a que se vaya por ahí de picos pardos.

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