Claros y sombras en la conservación del Suído

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Al hilo del post sobre fototrampeo en el Suído me gustaria comentar algunos problemas que sufre este espacio natural. Esta sierra se encuentra en los límites entre las provincias de Ourense y Pontevedra, llegando a unos 1000 metros de altitud. En la actualidad, se encuentra muy alterada por la intervención humana, y la vegetación en la actualidad se encuentra limitada en la mayoría del terreno a matorral con pequeñas manchas de arbolado en las zonas altas, y manchas más amplias de bosque caducifolio asociadas a los valles de los ríos. Sin embargo, esta zona tiene una alta importancia por su riqueza ecológica, con poblaciones de lobo, aves de montaña, y vegetación específica.

Hace un mes visitamos la zona después de una de las grandes nevadas, en las que era difícil acceder a las zonas altas sin un todoterreno, por lo que tuvimos que realizar la ascensión a pie.

La nieve cubría en parte los últimos núcleos de población.

Las únicas notas de color las ponían los ejemplares de ganado en libertad, tanto vacas como caballos, que suelen pastar en semilibertad por las zonas altas de la sierra.

Caballos en las zonas altas durante la nevada

Ya llegando a la zona más alta, en donde se encuentran los parques eólicos, nos encontramos con algunas imágenes peculiares en ese entorno completamente blanco y sólo pisado por los animales y nosotros.

¿A quién limita el paso esta señal?

Ayer volvimos a visitar la sierra, en unas condiciones climatológicas completamente diferentes, día soleado, sin nada de viento, y una temperatura muy alta para encontrarnos  a 2 de Enero. Después de varias horas de caminata, cuando emprendíamos el retorno hacia el coche localizamos una zona desbrozada que nos llamo la atención, y entonces recordé que debia de formar parte de las acciones del proyecto de fomento de la biodiversidad que se le concedio al ayuntamiento de Covelo.

Vista del desbroce del matorral.

Una de estas acciones consistia en el desbroce del matorral, y la recuperación de la vegetación árborea en el cauce de uno de los arroyos de la zona.

Vista de la zona a recuperar en el arroyo.

Otra de las acciones que están emprendiendo es la recuperación de charcas, y antiguos abrevaderos de ganado, para la reproducción de anfibios.

Antiguo abrevadero recuperado.

Ademas de recuperar el abrevadero también han actuado sobre el entorno del cauce, y han mejorado las posibilidades de salida del pilón de los ejemplares emergentes mediante la creación de rampas de salida.

Detalle de la rampa de salida.

Pero ahi finalizó la parte positiva de la visita y entramos en las sombras de la conservación de esta zona, en estos momentos está casi colapsada de parques eólicos, y sigue intentándose instalar más parques. Estos causan alteración del hábitat, impacto visual, cambios en los drenajes de las zonas húmedas, mayor facilidad de acceso al personal.

Actualmente está en periodo de alegaciones un proyecto para realizar catas de mineral, que algunos dicen que podría terminar en explotacion minera a cielo abierto, y no hace falta explicar como terminaría la zona.

Cuando comenzamos la caminata nos vimos obligados a cruzar hacia la zona de refugio de fauna para evitar a los cazadores, pero nuestra sorpresa fue cuando nos encontramos bloqueados entre dos grupos que estaban cazando en zona no permitida, sin ningun tipo de problema ante nuestra presencia. Más bien tuvimos que irnos nostros para evitar riesgos innecesarios.

Por la tarde decidimos ir al Coto de Eira, para ver si la cosa estaba más tranquila, pero cuando solo llevabamos 5 minutos caminando comenzamos a ver columnas de humo en la ladera de enfrente.

Vista de las columnas de humo en la lejania.

Cuando observamos con los prismáticos comprobamos que había una persona que iba quemando el matorral con algún acelerante mientras se desplazaba hacia la zona baja. Afortunadamente no todos los fuegos se mantenían, pero a pesar de eso cada pocos minutos una nueva columna de humo aparecía.

Detalle de los diferentes focos de incendio.

Y ahora es cuando empezaba la parte esperpéntica de la visita, llamamos al 062 para denunciar el problema, y la respuesta fue preguntarnos «si teniamos fotos y queriamos hacer una denuncia al dia siguiente». A la vista de lo cual llamamos al 112, que nos dijo que avisaría a la Guardia Civil y a la central de incendios.

Una hora despues aparecieron dos coches, uno de la Guardia Civil, y otro de Medio Rural, por una zona alejada de los focos y sin acceso a los mismos. Bajamos para avisarlos, y ahi ya perdimos la pista de si consiguieron dar con el incendiario, si se extinguieron los focos o se consumieron por sí mismos.

Se aprecia como los focos ya han rebasado el monticulo y comienzan a aparecer en la bajada.

Como reflexión, triste reflexión por cierto, podemos decir que si tanto los cazadores que estaban en una zona no hábil, como esta «persona» que estaba quemando el monte a plena luz del día (y se paraba cada poco a admirar su obra), pueden hacer este tipo de acciones es porque tienen una absoluta sensación de impunidad. En ningún momento han pensado que les puede ocurrir algo, ni denuncias ni detenciones ni multas. Y si eso lo piensan las personas que viven en la zona, es francamente complicado conseguir desarrollar medidas de protección para esta zona.

Si ese incendio se hubiese provocado un dia de Julio o Agosto, en la famosa franja del 30/30/30, estariamos hablando de otro tema, y habriamos salido en las noticias. Y no me gusta recordarlo, pero me lo decía mi compañero ayer «parece mentira que se lo tomen con esa calma con lo que paso aqui el año pasado». Seguro que por desgracia todos recordáis el desastre de Fornelos. Pues así estamos, y esta es la situación que se vive en la Sierra del Suído un dia sí y otro también. Empieza otro año pero todo sigue igual, de mal…

3 Comentarios

  1. Muy buen post Cesar! Rabia y pena me da ver como, los lugares minimamente naturales que nos rodean van desapareciendo poco a poco, tanto físicamente con planes mineros, caza, incendios, venenos, eólicos…como prohibiendo el acceso, o vallando ha por ha…todos son problemas que aparecen al tratarse de zonas humanizadas.
    Que todo sigue igual de mal, nada en la línea, yo por lo menos no me esperaba otra cosa y menos ahora, que estamos en crisis y hay que aprovechar.

  2. Hola,
    Este verano me pasé horas y horas del turno de guardia por el Suído vigilando que no hubiese fuegos (y aprovechando para ver fauna), al final hubo «suerte» (relativamente, prefiero no recordarlo todo). Quiero aprovechar para señalar que no es una zona que en los distritos forestales consideren prioritaria, ni siquiera mandan hacer vigilancia ahi, si le echais un ojo al PLADIGA veis que hace hincapié sobre este tipo de asuntos. Creo que incluso si hubieseis pillado al fulano no hubiese sido fácil demostrarlo, una pena que no os haya cuadrado más cerca.
    Por otra parte, no comparto que los constantes desbroces sean beneficiosos en una sierra antaño tan arbolada. Gan parte de la dorsal gallega está compuesta por mosaicos y parches de matorrales (en distintas alturas y edades) y prados, pero las carballeiras o bosques de ribera con extensiones notables brillan por su ausencia. Así, nos va a ser dificil favorecer el avance del corzo (por ejemplo) que es una de las grandes carencias de las sierras occidentales gallegas (una buena población de ungulados silvestres) y sin duda le daría además de un toque más salvaje, mucho más natural. Ojo, no digo que haya que dejar todo a monte (aunque a veces lo piense), pero las acciones para recuperar la vegetación autóctona (al menos en los fondos de valle o vaguadas) no existen y eso sí que es una pena. Añadir otra variable más a ese mosaico posiblemente contribuiría a un aumento de la biodiversidad y del nº de especies.
    Por último, acabo este tostón dando la enhorabuena a los que se curran las rampas de las charcas, los pozos de incendios son una buena trampa.
    Un saludo y felicidades por el post.

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