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Calblanque en Murcia

Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila es un parque regional en un tramo de costa no urbanizado (sorprendente) localizado entre la Manga del Mar Menor y Portmán en Murcia. Ya es la segunda vez que lo visito, y esta última la he disfrutado mucho, haciendo una pequeña rutilla desde el extremo norte, partiendo desde Cala Reona hasta las salinas de Rasall. Un pequeño camino polvoriento te dirige serpenteando en dirección sur a través de los riscos de los acantilados con el azul del Mediterráneo a tus pies. El esfuerzo del recorrido es mínimo con desniveles poco considerables. Y yo recomiendo hacerlo con tiempo para disfrutar del paisaje y de las vistas tanto del mar como de los montes circundantes.

La blanca rompiente de las olas contrasta con el acantilado negro de las pizarras.

Camino desde Cala Reona por los acantilados en dirección sur hacia las salinas Rasall.

El paisaje es casi árido, pequeños matorrales se extienden en el extremo norte del parque, sobresaliendo los palmitos Chamaerops humilis (la única palmera natural de Europa y que por cierto los brotes tiernos se comen en la ensalada) y uno de los endemismos más importantes de Murcia, el Ciprés de Cartagena o Sabina Mora Tetraclinis articulata. Con mis ojos norteños acostumbrados al rebose de vegetación por cualquier piedra que permita anclarse para captar los rayos de sol, cuando veo paisajes de este tipo siempre se me viene a la cabeza una impresión africana. Sí, la misma que muestran esos documentales de la 2, que todos vemos para dormir (aunque reconozco que finalmente muchas veces no lo he conseguido).

Cabo de Palos al fondo, los palmitos encaramados por todos los riscos de la zona.

El camino cada vez se estrecha más y te asoma a balcones sobre el Mediterráneo de gran belleza, sin embargo, en el monte aparecen por doquier pozos de 4-5 metros de diámetro. Y con montones de derrubio oscuro y grisáceo, en medio de las pizarras y más material metamórfico. Minas!! Viejos y antiguos pozos verticales, vestigios de una de las mayores riquezas de la zona desde tiempos de los romanos (y probablemente antes).

Pozo maestro, el círculo más claro es el fondo del pozo, a unos 30-35 metros de profundidad lleno de agua.

Psammodromus algirus, lagartija colilarga que había cazado un saltamontes entre los palmitos.

Aquí un primer plano de la orgullosa cazadora, engullendo (fijaros como se le abulta la garganta) una buena pieza. Así estaba tan tranquila y nos dejó acercarnos…

Tras el sofocante calor, es necesario un buen baño, y que mejor que hacerlo en una pequeña cala, oculta entre los derrubios mineros, descendemos por el barranco entre las negras y ardientes pizarras al sol del mediodía, al fondo el azul del mar y el frescor de la brisa mediterránea. Este lugar es una maravilla que aún resiste a la especulación y a la urbanización, esperemos que los murcianos sigan conservándolo!!

Bajada hacia la cala minera por en medio de un estrecho barranco de pizarras.

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