Como si de un manga se tratara, y al más puro estilo PowerRangers se ha descubierto que los espermatozoides son capaces de aunar fuerzas, formando entre varios algo así como un superespermatozoide más potente, más rápido y más fuerte que sea capaz de ganar a sus seminales contrincantes en la siempre difícil carrera hacia el óvulo. Este hallazgo ha sido publicado en la revista Nature .
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En el estudio descubrieron que los espermatozoides del mismo macho son capaces de reconocerse entre sí, y de llegar a colaborar para poder fertilizar el óvulo (eso sí, la fertilización será cosa de sólo uno). Por algún mecanismo que aún se desconoce los espermatozoides se reconocen como hermanos, y discriminan a aquellos que provienen de otros machos.
Así hasta 12 espermatozoides se unen mediante ganchos en su cabeza, y nadan al unísono incrementando su velocidad hasta en un 50% en comparación con una única célula.
Foto de los descubridores: Fisher & Hoekstra
Y lo que es más curioso, cuando mezclaban semen de dos machos de ratón P. polionotus en una placa petri, los superespermatozoides formados eran mixtos. Esta especie es muy monógama, en la naturaleza rara vez se podrían encontrar en competencia.
Sin embargo, cuando hacían la misma prueba con semen de dos machos de ratón P. maniculatus, especie altamente promiscua (las hembras suelen tener distintos «rollitos» con diferentes machos), en la placa petri los superespermatozoides formados eran siempre del mismo individuo, e incluso de la misma eyaculación. Son capaces de distinguir entre unos y otros.
Este comportamiento celular, bien recuerda al mundo animal, y es que no tenemos que olvidar que nosotros animales aún tenemos muchas cosas de seres unicelulares.