La declaración de intenciones de los países tras la Cumbre sobre el Cambio Climático en Copenhague ha satisfecho a muy pocos. Desastre, decepción, desilusión… etc., han sido las palabras más utilizadas para definir los resultados obtenidos. Últimamente he estado absolutamente desconectado de todo esto debido a la tesis. Así que me fijé en que todo el mundo decía que no se había sacado nada y que era un desastre. Y sí que lo ha sido, es cierto. Tengo que reconocer que me hubiera gustado que llegaran a conclusiones y objetivos firmes. Pero también hay que decir que muy pocas veces en reuniones de la ONU se llegó a ninguna conclusión, y ésta no tenía por que ser menos.
Barack Obama en su discurso en la cumbre de Copenhague.
Parte de su discurso: «La amenaza del cambio climático es seria, es urgente y está aumentando. La historia juzgará la respuesta de nuestra generación a este desafío, porque si no le hacemos frente –de manera audaz, rápida y conjunta– arriesgamos entregarles a generaciones futuras una catástrofe irreversible…todos los pueblos –nuestra prosperidad, nuestra salud, nuestra seguridad– están en peligro. Y se nos está acabando el tiempo para revertir esta tendencia…durante demasiados años, la humanidad se ha demorado para responder o incluso reconocer la magnitud de la amenaza del clima. Ése también es el caso de nuestro propio país. Lo reconocemos. ..los países desarrollados que han causado tanto daño en nuestro clima durante el último siglo tienen la responsabilidad de ser líderes…Pero esos países en desarrollo y de rápido crecimiento que producirán casi todo el aumento en las emisiones mundiales de carbono en las próximas décadas también deben poner de su parte… será necesario que se comprometan a medidas internas enérgicas y a cumplir con dichos compromisos, de igual manera que los países desarrollados deben cumplir».
Como estuve muy desconectado, me acordé de la anterior en Kyoto y sí que hay cosas que merecen ser recordadas. En el asunto del cambio climático pasó de estar Al Gore, vicepresidente de los USA, a en la actualidad estar el propio presidente estadounidense y muchísimos presidentes de diferentes países. Así que las cosas sí que han cambiado en un sentido positivo. Por otro lado, se dice de Napoleón, uno de los grandes europeístas (es decir, quería unir Europa bajo su mando), que cuando quería que algo no se resolviera o tardara en resolverse creaba una comisión formada por varias personas.
¿No hubiera sido más práctico que negociaran Rusia, USA, Japón, China y la UE, que juntos suman más de los dos tercios de emisiones del mundo? Quizás no sea políticamente correcto, pero la impresión que dio Copenhague fue de ser un patio de colegio. Eso sí, todo el mundo aprovechó para sacarse su foto. A mí no me interesan los unos ni los otros y opino que mucha gente pensará igual; así que, por qué no se ponen en serio? Por qué no establecen en sus agendas una hoja de ruta y negociaciones para establecer una serie de reduciones y objetivos reales (y medibles)?
Obama y el primer ministro chino Wen Jiabao.
Sé que ellos son los que tienen la sarten por el mango, pero organizaciones como la nuestra (y claro está muchas otras), estamos aportando nuestro granito de arena para que los mandamases le den a este asunto la importancia que se merece. Y resulta muy frustante que con todo lo que nos esforzamos, horas dedicadas y sacrificio personal, éstos se quejen que han estado dos días sin dormir… No es para tanto; señores, háganlo mejor la próxima vez y no metan vergüenza con los impuestos de todos. He dicho.