Los Bloggers de Axena

Congrios en Mar por Dentro

Estas fotos me las ha mandado Gonzalo R. Mucientes (para los que no lo conozcáis es el causante del Proyecto Rémora). El congrio Conger conger, es una de las especies que han generado más leyendas, anécdotas e historias variopintas de nuestro mar, además de ser muy representativa y fascinante, en mi opinión. Muy probablemente como consecuencia de su color negro, parecido con una serpiente (y todos sabemos que en nuestra sociedad este tipo de animales son muy odiados y repudiados) con afiladísimos dientes como agujas, que puede alcanzar tamaños realmente espectaculares… todo ello lo convierten en: un terrible y odiado depredador.

La pesca tradicional es mediante palangres (tiras de anzuelos con carnaza; también pueden entrar en las nasas para nécoras y otros mariscos), y ahí es donde más abundan las leyendas: congrios que tiran a los marineros del agua, vuelcan la dorna… un mismo congrio enorme que siempre se escapa al romper los sedales por su tremenda fuerza… además de la creencia de algunos sobre que se alimentan de los marineros ahogados.

Bien, pues aquí está nuestro protagonista. Viviendo en un tubo de un emisario en un remanso de paz de As Rías Baixas. Lo hemos bautizado como Arduino (Gonzalo ya sabes que soy muy creativo), y va a ser seguro uno de los protagonistas más interesantes de nuestra salada webserie submarina Mar por Dentro. Gonzalo lo encontró hace unos días en su casa, un tubo de un emisario a unos 15 metros de profundidad. Por el día, suelen estar así en sus cuevas (o más técnicamente en gallego marítimo  «laños«=cueva submarina que sirve de refugio a un animal como pulpo, lubrigante, congrios…)  asomando su cabeza al exterior para ver lo que ocurre fuera, y quién sabe, quizás haya suerte y algo de comida. Por la noche, suelen salir a la búsqueda de alimento, ya sea cazando algún pez, chopo, pulpo… o también, a la carroña. Su dieta alimenticia es amplísima.

Foto: Gonzalo R. Mucientes

En este caso, Arduino, es un señor congrio, o señora ya que las hembras suelen ser más grandes y en este caso, es un buen ejemplar. A la derecha del tubo-casa podéis ver una centolla, una hembra por las pinzas pequeñas y el caparazón más redondeado y abombado que los machos. Nos vale de escala para que veáis el tamaño de Arduino. Es una buena centolla, a lo ancho el caparazón debe medir unos 25 cm. Hacer ahora la comparación con el congrio. Pues bien eso nos da, para hacernos una idea aproximada, un bicho de 30 kilos y más de 1,5m de largo, a ojo de buen cubero.

Primer plano del congrio Arduino, fijaros en las múltiples cicatrices en el morro y la cabeza. Foto: Gonzalo R. Mucientes.

Ahora voy a poner otra vez estas fotos resaltando un curioso detalle. Un hecho curioso relacionado con los congrios, es que en los mismos laños, muchas veces conviven con ellos lubrigantes. Una extraña simbiosis, siempre explicada por que el lubrigante mantenía un laño limpito, organizado y ordenado, y los congrios aportaban restos de comida a cambio de disfrutar de una acogedora morada. Bien, pues aquí parece que hay un montón de centollas en torno a la boca del tubo, qué explicación podría haber?

Pues quizás buscando esos restos de comida. En círculos rojos señalo las centollas. Aún en invierno, su excelente camuflaje las confunde fácilmente con el entorno. Fijaros cuántas hay! Ah, y también un picnogónido había por allí (ese cangrejo escuchimizado que aparece debajo de la cabeza).

Probar ahora a descubrir las centollas en la primera foto (esto parece un libro de Wally versión marisco del bueno), yo cuento 6.

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