Antes de seguir hablando de evolución, voy a hacer un post para aclarar conceptos y no liar a la gente. Es muy común que cuando se habla de evolución se empleen expresiones y conceptos que es fácil entender de una forma equivocada, por lo que vamos a intentar dejar unas cuantas cosas claras antes de seguir.
En primer lugar, mucha gente tiende a pensar que cuando hablamos de evolución por medio de selección natural los organismos son una parte activa, o la naturaleza actúa como una gran ingeniera. La selección natural no tiene previsión alguna. Simplemente unos individuos prosperan o no en función del ambiente circundante. Para que esto suceda debe haber variabilidad (si todos los individuos fueran iguales sería imposible que existiera selección natural) y esta variabilidad ocurre de un modo aleatorio (ya veremos en los siguientes post los mecanismos que provocan esta variabilidad). Cuando hablamos de comportamientos animales en muchos casos les otorgamos capacidad de raciocinio al decir que un determinado animal hace algo porque así lo favorece la selección, como si fuera un acto consciente, cuando en realidad deberíamos decir que ese animal se comporta así porque su composición genética así lo determina, y por ello se ve favorecido por las condiciones del entorno.
Es importante saber que evolución no significa progreso. Las poblaciones simplemente están adaptadas al ambiente circundante en un determinado momento, sin ser por ello mejores o peores que sus descendientes o sus ancestros, que estarán y estuvieron adaptados a su entorno. En las siguientes generaciones el ambiente puede cambiar y lo que antes fue bueno ahora no serlo tanto. Este concepto solemos aplicarlo sobre todo a nosotros mismos: se suele escuchar que los humanos somos la cumbre de la evolución, que a partir de células simples la evolución fue mejorando a través de especies cada vez más complejas hasta llegar a nosotros. En realidad ninguno de los organismos actuales es nuestro ancestro. Cada una de las especies actuales tiene su propia historia evolutiva, y ninguna es una forma inferior de vida o un ancestro nuestro. Es por eso por lo que se suele representar la evolución como un árbol ramificado, en el que las puntas de las ramas son las especies actuales.
La imágen del árbol está tomada del Tree of life web proyect