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Técnicas de apnea: pasaporte para el gran azul (VII)

Otro aspecto importante es el entrenamiento de apnea en seco. Con apnea en seco nos referimos al entrenamiento de la apnea fuera del agua, lo que nos ayudará a aumentar nuestras capacidades en el mar.

No hay mejor forma de entrenar la apnea que en el mar, pero cuando éste no nos lo permite, cosa muy común en estas latitudes, podemos desarrollar la apnea fuera del agua, tanto de forma estática como de forma dinámica como comentaba en el post anterior.

Detalle de un ejercicio de estiramiento del diafragma, antes de bucear.

Una vez hemos estirado bien, buscamos una posición cómoda y relajada, como por ejemplo tumbados en cama o en el sofá. Nos colocamos con las piernas estiradas y los brazos también estirados y paralelos al tronco, sin que haya contacto entre estos, y comenzamos a ventilar y oxigenar el cuerpo de la misma forma que justo antes de realizar la inspiración previa al golpe de riñón en el agua.

Una vez cogemos aire, tenemos que tratar de no pensar en el tiempo, que pase sin darnos cuenta y sin provocarnos angustia y molestias. Si no te encuentras relajado y concentrado, lo mejor es que vuelvas a respirar y comiences de nuevo, e intentar concentrarte en no pensar en nada ajeno a tu respiración.

Para permanecer en apnea concentrado y distraído del tiempo (cosa complicada cuando uno empieza) hay muchos trucos, pero con el paso del tiempo esos trucos se van perdiendo, siendo por ti mismo capaz de concentrarte lo suficiente y permanecer distante de todas las tensiones que te rodean, aumentando así tus tiempos en apnea.

Algunos trucos mientras permanecemos en apnea para mantenernos concentrados:

Pensar en los latidos del corazón, contarlos y pensar o intentar inducirnos a nosotros mismos que no aumente el pulso, que nuestro cuerpo siga completamente relajado y que el pulso siga lento, para que de esta forma reduzcamos un poco el consumo de oxígeno.

Pensar en cada parte de nuestro cuerpo, desde los dedos de los pies hasta la punta de la lengua, y durante este recorrido intentar relajar cada uno de ellos. Cuando creas que el primer punto (los dedos de los pies) están relajados, avanzas al siguiente punto (los tobillos)y así sucesivamente.
Otro truco es pensar en las partes de tu cuerpo que están en contacto con, en este caso el sofá o la cama. Pensar en ese contacto e intentar liberar la tensión que pueda haber. Piensa profundamente en los ruidos que realiza tu cuerpo cuando estás en apnea. La garganta, la barriga, el corazón…intenta concentrarte en ellos, conocerlos.
Hay muchas técnicas más para tratar de evadirte del tiempo cuando estás en apnea, como pensar en el movimiento de tus ojos, repetir secuencias de números de 20 en 20 o 50 en 50…

Personalmente la técnica que más uso y que mejor resultado me da es la primera.

El avanzar en esta modalidad nos permitirá, a la larga, acomodarnos dentro del agua, sentirnos cada vez mejor y más cómodos en apnea, aumentar los tiempos, liberar tensiones, ganar flexibilidad…

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