Nécora from manuel gago on Vimeo.
Tenemos en nuestras manos una PowerShot D10 y la estamos probando. Digo esto para que quede claro que nuestra evaluación es directa, no es el resultado de la publicidad del fabricante.
Lleva ya unas 10 inmersiones a 4 y 5 metros de promedio, en aguas gallegas (así se hacen una idea de la luz y tonalidad). A primera vista la cámara es fea, pero se la ve contundente.
La lente va muy delante, está protegida herméticamente con un cristal y un par de tornillos, que aparentemente resisten muy bien la sal del mar. Hay que recordar que luego de cada inmersión la cámara debe estar en agua dulce durante horas. La botonadura es sencilla aunque se agradecería que fuera un pelín mayor a la hora de manipular en el agua helada. La cámara también puede grabar vídeo, aunque no alcanza el Full HD y se queda en resolución VGA: 640 x 480 píxeles a 30 fps. Pese a esto, registra colores bastante nítidos, sin un ruido destacable.
No presenta trepidaciones en seguimiento.
Los puntos (en vídeo) de enfoque son su lado más flaco, ya que en superficie, da bien a casi 1/1 en macro, pero bajo el agua cuesta mucho enfocar y teniendo en cuenta que los vídeos son realizados a pulmón, es un punto a tener en cuenta para no perder una buena toma.
Entrando ya en las prestaciones fotográficas, la Canon D10 tiene un sensor de 12,1 megapíxeles y un objetivo de 3X equivalente a 35-105 mm. Hay que tener en cuenta que en el agua la refracción de la luz es diferente que en el aire. Esto supone que por el mero hecho de introducir la cámara bajo el agua, hay que aplicar un factor de conversión de x1,33 a su longitud focal, así pues los 35 mm se convertirían en 46,55 mm, lo que se antoja algo escaso en el extremo angular.
Esto no genera problemas a la hora de macro y planos cortos, pero en caso de encuadre general, se ve limitada.
Otro detalle, de especial interés al hacer fotos bajo el agua, es la posición del flash, justo encima del objetivo. Al estar tan cercano es muy propenso a que la luz se refleje en cualquier partícula que flote frente a la lente dejando imágenes sucias y en otros casos generando el desagradable dibujo negro en la parte inferior de las imágenes.
Algo que por ahora no ha dado ningun problema pero que se ve muy frágil es la manera de cerrar compartimentos para tarjetas y entradas de USB, si bien tienen un cierre de goma (silicona?) presenta signos leves de humedad en el interior.
Evidentemente veremos como evoluciona la cámara en siguientes inmersiones e iremos actualizando ésta entrada con cualquier información que creamos pertinente. Por ahora responde y da bastante calidad de imágen, solo resta ver si resiste bien las inmersiones y el efecto del mar en sus mecanismos. Si la carcasa se comporta como hasta ahora, puede ser la cámara del próximo verano.
Ahora sería bueno probarla bajo cero en montaña. Eso ya lo contaremos en breve.