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Técnicas de apnea: Pasaporte para el gran azul (III)

A la hora de practicar apnea es vital bucear siempre de forma segura y procurando sentir bienestar:

La apnea se basa en sensaciones, por ello costumbres como ir siempre acompañado, o ir siempre con instrumentos de seguridad como cuchillo o baliza de señalización, nos harán sentir más seguros y con ello ampliamos nuestra tranquilidad, mejoramos la ventilación, la respiración, disminuimos las pulsaciones y nuestros tiempos en apnea podrán aumentar. Si nos sentimos bien en el agua bucearemos más a gusto y mejor.

Un compañero siempre nos aporta la tranquilidad de que no estamos solos en caso de que pase algo

Debes estar cómodo, colocarte bien el equipo y no echar nada en falta dentro del agua, como puede ser un cuchillo, o por el contrario que te sobren cosas entre las manos o en el cinturón, como linterna, bolsas o la cámara. Cuando uno comienza ya tiene bastantes problemas con mantenerse a flote, como para aun encima luchar contra la corriente o el mar de fondo, que si la cuerda se te enreda en una pierna, que si te pones nervioso porque no ves el fondo o si se acerca una barca de forma peligrosa…Todo este tipo de cosas hay que tenerlas presentes, para no crear situaciones de tensión, bajando nuestra apnea y pasando un mal rato de forma absurda.

Es aconsejable no llevar objetos que nos entorpezcan, y solo cuando tengamos práctica usar cámaras u otros accesorios

Para tener cierto bienestar dentro del agua, procurar que la comida previa a la salida de buceo sea ligera pero energética, como pueden ser pastas, fruta, todo tipo de hidratos de carbono, carnes ligeras como pechuga o pavo, ensaladas, cereales y sobretodo mucha hidratación. Este tipo de alimentos proporciona mucha energía, y son de relativa rápida digestión. Por supuesto, evitar bebidas alcohólicas (en la medida de lo posible) y otros malos hábitos contraproducentes.

La tranquilidad es uno de los factores claves para la buena práctica de la apnea. Hay que intentar estar siempre tranquilos y bien oxigenados y ser conscientes de todo lo que hacemos dentro del agua. Una reacción involuntaria del cuerpo al introducirnos en el mar es la bajada de pulsaciones o bradicardia, reacción del cuerpo para economizar energía. Si nos mantenemos relajados y tranquilos, conseguiremos bajar aun más las pulsaciones, minimizando al máximo el gasto energético y de oxigeno, sintiéndonos con más fuerza y ampliando nuestras apneas.

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