Técnicas de apnea: pasaporte al gran azul (II)

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Otro factor muy importante para bucear correctamente lastrado, es conocer a priori a que profundidad se va a desarrollar la salida de buceo:
Para trabajar a muy poca profundidad, entre 1 y 2 metros, debemos llevar plomadas más elevadas que para trabajar a 15 o 20 metros, por una razón muy sencilla. La presión en el mar aumenta 1 atmósfera por cada 10 metros que descendemos en la columna de agua, por lo que a 10 metros de profundidad el aire se ve comprimido por una fuerza de 2 atmósferas (la presión atmosférica a la que siempre estamos expuestos, más otra atmósfera por estar a 10 metros de profundidad). Con ello, el volumen pulmonar disminuye a la mitad (y así sucesivamente a medida que seguimos descendiendo), ejerciendo cada vez menos empuje hacia la superficie. Así, para permanecer en flotabilidad neutra o casi neutra, que es lo que buscaremos para mantenernos cómodos y gastar poca energía y oxígeno, a un par de metros de profundidad debemos llevar con nosotros 4 o 5 kgs más que si bajamos a 13 o 16 metros de profundidad.

Rescate submarino técnica apnea II from Axena on Vimeo.

Ver este vídeo en el que Xurxo intenta grabar un escacho con medio metro de agua y sube a la superficie como una boya pese a llevar su cinturón de plomos habitual  y resistirse lo que puede. Tras esto, un incidente submarino tiene lugar y se realiza un rescate de un buzo en shock. La flotabilidad es la clave.

También puede ser que el gasto energético y la consiguiente subida de pulsaciones y la fatiga venga favorecida por el factor mental, por ponernos nerviosos o sentir intranquilidad al estar en un medio como el mar. Esto al principio, cuando uno comienza a introducirse en el mar, es normal. Todo el mundo al empezar tiende a pensar que puede aparecer cualquier tipo de cosa dentro del agua, animales peligrosos y demás fabulas, consiguiendo únicamente ponerse nervioso. Esto es un mito. En Galicia tenemos la suerte (o la desgracia) de que no merodean animales peligrosos cerca de la costa o en las rías, ni se dan situaciones climatológicas inesperadas que puedan provocar momentos complicados (siempre que se planifique la salida al mar), por lo que nunca os metáis en el mar intranquilos por estar lejos de la costa o por estar rodeados de tan basta agua.
El único peligro dentro del agua somos nosotros mismos, por confiarnos de más y bucear con el mar demasiado bravo o con mucho mar de fondo, fuertes vientos o acercarnos a la rompiente. Los peligros a los que estamos expuestos son prácticamente del todo predecibles, así que podemos permanecer en completa  tranquilidad al respecto.

1 Comentario

  1. entonces, me dices que mi miedo a que apareciera una nécora gigante para comerme viva para vengar a todas sus primas es infundado?
    ahora quedo más tranquila :P

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