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Técnicas de apnea: pasaporte al gran azul (I)

Para poder realizar proyectos subacuáticos como Mar por Dentro, en Axena debemos aprender a trabajar dentro del agua con material de foto y vídeo (cosa nada fácil), por lo que se hace imprescindible unas nociones básicas de buceo a pulmón (apnea), para poder abordar con éxito cada salida al mar.

Para acercarnos a fauna salvaje en el medio marino, normalmente entre los 0 y 10 metros de profundidad, necesitamos desarrollar unas capacidades que en el medio terrestre no son necesarias, siendo más características de otros animales como los mamíferos marinos o tortugas, como son la bradicardia o la “apnea”, y así poder permanecer sumergidos a pulmón el tiempo justo para poder grabar. Cuanto mayor sea el tiempo que podamos pasar sumergidos bajo el agua, más posibilidades tendremos de captar esos momentos que pretendemos luego enseñar.


Servidor practicando apnea.

De ahí este “popurrí” de ideas esenciales (este post es el primero de la serie), que debemos tener siempre presentes para la buena práctica de la apnea:

– Cuando nos encontramos haciendo apnea, hay que intentar que el gasto energético y el gasto de oxígeno sea siempre el mínimo.

Cuando uno empieza a moverse dentro del agua, los movimientos son erráticos, gastando mucha energía hasta para mantenerse a flote. En consecuencia, cuando llega el momento de hacer un golpe de riñón y sumergirse, las apneas son muy cortas, apuradas e incómodas. Hay que permanecer siempre tranquilo y aprender a nivelarse dentro del agua con pequeños movimientos de aletas y manos.

Prácticas de rescate submarino en un día de entrenamiento.

Las aletas suelen ser de gran tamaño, mayores que las de buceo con botella o de natacion en piscina. Esto se debe a que ejercen mayor empuje dentro del agua, y así no necesitamos las manos para movernos. Las manos deben permanecer siempre libres. Todos los movimientos de desplazamiento se realizan con los pies, así nos fatigamos mucho menos, y podemos portar objetos en nuestras manos más cómodamente. Aunque tengáis las manos libres, nunca las utilicéis para avanzar.


Ante una situación así, lo primero es quitar el cinturón de plomos al compañero.

Siempre hay que llevar la plomada adecuada, para no luchar contra la flotabilidad positiva y negativa (siempre trataremos de tener flotabilidad neutra). Para conocer el peso que debéis llevar en el cinturón, tomar como referencia 1 kg de plomo, por cada 10 kgs de peso corporal. Habrá que sumarle algún otro kg si el traje de neopreno es nuevo, al guardar este aire entre sus fibras.


Saliendo a la superficie para buscar el ansiado aire.

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