Quizás uno de los temas más recurrentes en los últimos años sea el cambio climático, aceptado por unos y negado hasta la extenuación por otros. Aunque quizás, yo prefiero el término «calentamiento global», ya que resulta obvio que no se puede negar que la temperatura del planeta ha ido en aumento en los últimos años. En la Península Ibérica hay varios ejemplos del aumento de temperatura y los cambios en las precipitaciones. Esto ha provocado cambios en los ecosistemas, la aparición de especies africanas como el camachuelo trompetero que ha sido estudiado por la estación Experimental de Zonas Áridas del CSIC.
En el caso de Galicia los datos aún no son claros pero sí que existen varios indicios: cambios en los patrones de lluvias, aumento de temperatura, y adelanto en la fenología de especies migradoras o de la reproducción de anfibios, como el caso de los sapos de Gándaras de Budiño que ya se reproducen antes de Navidad.
Sin embargo hay otra serie de datos que pasan desapercibidos, nuevamente un problema de escala, pero que nos estan dando indicios de que hay algo que está cambiando en nuestros ecosistemas. Hace varios años se detectó una especie extraña de libélula en Gándaras de Budiño, Trithemis annulata. Esta especie tiene una distribución norteafricana, aunque poco a poco ha ido colonizando la fachada mediterránea de varios paises como España, Francia e Italia entre otros.
Parece sorprendente que una libélula africana haya llegado, y mantenga poblaciones en un ambiente teóricamente tan diferente del Norte de África como Galicia. Además parece más sorprendente aún que no se haya valorado suficientemente la presencia de esta especie ya que los machos poseen un color violeta metalizado muy intenso que los hace inconfundibles.
Sin embargo, las hembras son mucho más crípticas, con una coloración amarillenta parduzca, y con un comportamiento mucho menos exhibicionista que el de los machos, por el que pasan completamente desapercibidas salvo determinados momentos del día.
Como podéis ver, no es todo tan sencillo como parece, y nuevamente aquellas criaturas que quedan fuera de nuestro ámbito habitual de actuación pasan totalmente desapercibidas. Y todo ello, a pesar que nos están proporcionando una información importante para entender los procesos de cambio que se están desarrollando.