Hace unos meses trajimos a casa una miel estupenda. Premiada el año anterior como la mejor miel de Galicia, se podía leer en la etiqueta: «Miel de Zobra».
El jueves comíamos cerca de Lalín y miramos en las paredes unas fotografías enormes de la Devesa de Zobra, de Bustelos y de la Serra do Candán.
Una devesa es un bosque, una fraga de flora autóctona que se ubica en una ladera de mucha pendiente.
Decidimos dar un paseo por alli. Desde Vila Tuxe a pocos metros a la izquierda parte un desvío que lleva a la Devesa. Un poco mas adelante la carretera se bifurca, de un lado hacia Zobra del otro Bustelos.
Seguimos hacia éste último. En la aldea un chico nos cuenta por donde van las pistas y los senderos que normalmente transita la gente.
Hacia alli vamos.
Entramos lentamente en un túnel de hojas de miles de verdes.
Las mariposas revolotean a nuestro alrededor.
Una infinidad de flores y árboles dan indicio de la riqueza de pólen que por aqui tienen las abejas.
Los abejorros se disputan huecos en las plantas.
Busco un gusano que quiero fotografiar, uno verde de patas naranjas, pero solo encuentro uno diminuto negro rodeado de pequeñas saquitas blancas (alguien que me desazne?)
Entre las ramas una rapaz monta un buen escándalo por nuestra cercanía, intentando proteger su nido. Mas adelante en el sendero, un olor fuerte nos inunda y entre las xestas otra rapaz intenta no perder de vista la presa. La dejamos comer en paz.
El camino es lineal, pero preferimos meternos por un camino alternativo, el antiguo camino de los aldeanos. Una vieja calzada, corta a pico la piedra.
Finalmente salimos a una corredoira donde varios lugareños intentan derribar un árbol, Manuel se suma al esfuerzo y el árbol cae. Los vecinos estan agrandando el sendero para que pasen los tractores. A un lado vemos una antigua albariza en terraza, para colocar las colmenas.
Pasamos luego por Zobra y descubrimos el mapa de la ruta que recorre las dos devesas. Pero esa ruta, queda para otro día.
