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Toiseen Maailmaan, en otro mundo

Estamos en la época propicia para acercarnos a descubrir un lugar de ensueño, se trata de Finlandia. Este país cuenta con más de 180.000 lagos, cubierto de extensos bosques verdes, colinas y praderas de una inmensidad salvaje. Suomi, como se denomina el país en su lengua, pasa por el borde occidental de la franja de bosques de coníferas de Eurasia, la taiga. Aunque gran parte del país se extiende por la franja de caducifolios (como los robles) hasta las colinas subárticas.

La gran masa forestal se caracteriza por la pobre diversidad de especies; tan sólo el pino, el abeto y el abedul gozan de ostentosa presencia. La fauna acorde con estos lugares no es muy variada pero se puede caracterizar brevemente resaltando la presencia del oso, de los alces, de los cisnes y gran variedad de truchas y otras especies de peces en sus lagos y ríos.

Finlandia puede ofrecer al forastero la sensación de estar en una moderna periferia. La posibilidad de disfrutar de una auténtica paz en contacto con la naturaleza salvaje (pero con servicios básicos garantizados) y en un clima de absoluta seguridad que nos hace creer que los inmensos y hostiles bosques sean una prolongación de los jardines de las casas de madera que salpican al país.

Finlandia consta de 19 parques naturales, en los cuales la circulación y presencia humana está restringida, y 35 parques nacionales destinados a la investigación, la docencia y el recreo. Pero lo que no nos cabe duda es que todo el país es como un gran parque natural y lo anormal es encontrarse con ciudades.

En todo caso Finlandia es un país para los que gustan de placeres simples, quizás se pueda cometer el pecado de la monotonía, sí, pero al final sólo peca el que quiere. Mi sugerencia para una jornada en la naturaleza sería la de realizar una ruta que combinase el uso del kayak con un paseo con los bastones a través del bosque o mediante la práctica de un deporte muy seguido en escandinavia, las carreras de orientación.

Señalar también que las condiciones serían diferentes con la presencia de la nieve, con unos esquíes se puede recurrir a las diferentes modalidades del estilo nórdico. Pero lo importante es acabar la jornada con una visita a la sauna alternando con el chapuzón al lago o en su caso a la nieve. Como todo esto despierta la sed y el apetito, la sauna se acompaña de unas cervezas (Karhu, que significa oso, es la marca más conocida por el país) u otros refrescos, y a menudo con unas salchichas asadas. La sauna es un espacio de higiene física y mental.

Y para los más exigentes, se puede aprovechar más el día o la noche en su caso, ya sea una velada de música del país, ya sea escuchando clásicos como «Tümmat Silmät, ruskea tukka» (ojos oscuros, pelo castaño) o el hardrock de Lordi o tomando una buen tazón de leche de reno con cacao y buscando la aurorea boreal en los cielos estrellados del hogar de Youlupuki (que así es como le llaman a Santa Claus) y sentirnos como en otro mundo.

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