Siempre es un clásico ir al monte buscando una cosa y encontrar otra totalmente diferente. En esta ocasión, Rubén y yo, tras unas informaciones de envenamientos de lobo por estricnina en el Barbanza fuimos a la zona para poder confirmarlo. No encontramos nada sospechoso. La estricnina es un veneno muy potente e inmediato, y además es acumulativo, lo que quiere decir que aquellos animales que coman los restos envenenados vuelven a morir atrozmente. Y así se genera un efecto cadena. Si lo comió el lobo, después aparecen más carroñeros como zorros, tejones, ratoneros, cornejas, erizos, jabalíes…
Afortunadamente no encontramos nada que confirmara lo sucedido (lo que no quiere decir que no ocurriera). Seguiremos investigando. Os mantendremos informados.
Sin embargo, encontramos algo muy difícil de ver, Rubén se dio cuenta que se escuchaban demasiadas abejas por la zona,y allí al lado del camino de pies, una colmena silvestre!, totalmente descubierta debajo de una piedra y entre unos tojos, completamente a la vista! Miles de abejas estaban trabajando a destajo en los panales.
Abejas silvestres en Bustoseco from Axena on Vimeo.
Fijaros también en unos individuos más grandes que las obreras, eso son los zánganos. Un espectáculo increíble, en otro post ya hablaremos más largo y tendido sobre las abejas y la apicultura.
«Sin ellas el mundo sería distinto.»
Albert Einstein
Nota para los socios: este es el panal al que hablábamos de ir este sábado. Así ya vais sabiendo a qué nos vamos a enfrentar.