Un compañero me comentaba hace algún tiempo que estaba trabajando en un proyecto que en ese momento era imposible poner en práctica. Era a varios años vista y contaba con que aparecerían nuevas tecnologías para la producción de baterías. (Trabajaba en el desarrollo de aplicaciones wireless para la industria. Uno de los requisitos básicos era que la batería debía aguantar las 8 horas de la jornada laboral sin recargar.)
En el tema de las baterías, hay una regla dorada: si es más grande, almacena más energía. Pero lo grande pesa y normalmente tenemos que mover el material sin más recursos que nosotros y nuestras espaldas. Rara (y muy deseada) es la ocasión en que la zona donde queremos grabar está muy cerca de una carretera, de forma que podamos desplazar el equipo y cuantas baterías tengamos sin esfuerzo. Para una sesión de tan solo una noche (unas 10 horas) el peso en baterías es más que considerable. Y ya hemos tenido que hacer horas de ruta por los cerros del Barbanza cargando con ellas.
Hay también otra regla: por el mismo tamaño, si es más caro, almacena más energía. Esa fue la pequeña revolución de las baterías de iones de Litio. Es una tecnología con mayor densidad de carga. Y, claro, es más cara. Afortunadamente, como se producen baterías de este tipo en cantidades enormes, el precio ha disminuido. Su evolución parece ser la batería de iones de Litio en polímero (o «polímero de Litio»), con unos rendimientos ligeramente superiores, mayor flexibilidad y aún con margen para mejorar.
Es posible que la próxima revolución sea la de cambiar qué entendemos por almacenamiento de energía. Quizás el próximo paso sea tener mini-generadores de corriente eléctrica. Algo así como un panel solar, pero que funcionase de noche, sería perfecto.
Todo esto todavía es demasiado caro, pero ya está comercializándose. Y eso sólo puede llevar a su abaratamiento. Además, su funcionamiento solo produce agua y dióxido de carbono (es lo bueno de estar quemando un alcohol). Y, aunque haya mucho o demasiado de estos elementos, siempre son mejores que los productos de desecho de un generador diésel.