Los Bloggers de Axena

Esto… ¿a qué altura has dicho que está el nido?

Bosque de eucalipto en Galicia (España) cerca de Viveiro.

Un momento siempre apasionante en la actividad de Axena es el momento en que encontramos un nuevo rastro, una nueva gruta o un nuevo nido de aves rapaces. En este último caso, esto significa una nueva ocasión de estudiar la vida de las rapaces y, en el caso de los nidos, una nueva aventura para subir hasta su altura.

Olvidándonos por ahora de cómo captar y almacenar la imagen, con posible tarea de envío entremedias, para poder grabar vídeos como el que mostramos a continuación necesitamos subir hasta la altura del nido.


Panchita (demo) from Axena on Vimeo.

Y ¿cómo subir?

Los furtivos tienen una técnica altamente depurada. Se hacen una escalera por el tronco del árbol a base de martillo y puntón. Las consecuencias para el árbol no son desastrosas (aunque desde luego, bien no le hace) pero para la familia que ha anidado en lo alto suelen serlo. Si el primer furtivo no se ha llevado toda la nidada, el siguiente transeúnte con pocos principios que pase por allí lo hará.

Acercarse a las crías de aves rapaces no es ninguna broma. Para empezar es necesario contar con un permiso (en Galicia lo gestiona la Dirección Xeral de Conservación da Natureza), y hay que saber cómo hacerlo para no entorpecer el normal desarrollo de los pollos. Para ello, se debe tener mucha experiencia y un profundo conocimiento de la biología de cada especie. Nosotros llevamos ya un par de años colaborando con el grupo de anillamiento GEMA (Grupo de Estudio de Migración de Aves).

En cualquier caso, habitualmente no estamos interesados en acceder al nido en sí. Para una grabación como la vista antes podríamos estar al otro lado del árbol. Aún así, debemos subir al árbol en que está el nido pero debemos hacerlo sin dejar rastro visible a gente que pueda tener no tan nobles intenciones. Y, a poder ser, hacerlo en el menor tiempo posible.

Por ahora la única solución que hemos encontrado es subir como subíamos cuando éramos jóvenes, agarrándonos a las ramas bajas primero y a las más altas después. Como hay gente más ducha en esto que otra, los escaladores «de avanzada» se llevan una cuerda, un par de mosquetones y tres chismes más para colgar un sistema que les dé una mínima seguridad y por el que pueda subir alguien más si es necesario.

Esta forma de subir tiene muchas limitaciones. Imaginemos un eucalipto. No hay una rama en 10 metros. Al menos a nosotros nos es imposible salvar tal diferencia con las manos.

Así que ahora estamos probando maneras de lanzar una cuerda pasando por encima de alguna rama más alta que el nido. Hasta ahora hemos llegado a la conclusión de que mejor lanzar primero un sedal y luego subir la cuerda. Pero no tenemos más decisiones tomadas. Lo vimos muy claro al principio: un tirachinas, un plomo, un nudo y un carrete de sedal de una caña de pescar. Pero, no nos preguntéis por qué, de pronto para comprar un tirachinas hace falta una licencia de armas… Qué tiempos estos.

Nuestra siguiente apuesta será usar un arco para lanzar una flecha con el sedal atado. Pero aún le vemos muchos inconvenientes, empezando por el precio y terminando por su evidente peligrosidad. Si no, siempre nos queda lo del helicóptero de juguete.

Algún día lo solucionaremos. Mientras tanto, la verdad, toda sugerencia será bienvenida.

Salir de la versión móvil